Convertí tu celular en un control remoto para el riego
Descubre cómo los pivots inteligentes permiten monitorear, automatizar y gestionar cientos de hectáreas de cultivo desde tu teléfono.
La expansión de la frontera agrícola en la provincia ha encontrado un aliado fundamental en los sistemas de riego por pivot de última generación, que están redefiniendo la gestión del agua a partir de mayor simplicidad de manejo y la automatización completa de los procesos. La tecnología permite a los productores monitorear y controlar extensas áreas de cultivo desde un simple teléfono celular, superando incluso los problemas de conectividad que históricamente afectaron a la región.
Con 9.000 hectáreas bajo riego usando esta tecnología, que permite “hacer llover” y administrar el agua justa que necesitan los cultivos, Río Negro se convirtió en una oportunidad de negocio para los distintos proveedores.
Mientras, bajo una tenue lluvia, se realizaba la jura de los reproductores que se paseaban por el ring de la Sociedad Rural de Conesa, desde +P abordamos a uno de estos empresarios con el fin de conocer hasta dónde la tecnología viene a simplificar los procesos con la mecanización del riego. Harold Machmar, gerente comercial del Grupo Criolani, representante de la empresa austríaca Bauer, con entusiasmo dio detalles de los sistemas disponibles.
La principal promesa de esta nueva generación de pivots es la reducción drástica de la complejidad operativa y la consecuente optimización del recurso humano, y la tecnología de control remoto centralizado es el factor clave.
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"Yo puedo automatizar todo al 100% prácticamente y todo manejado desde el teléfono, porque puedo monitorear un pivot, puedo monitorear un canal (desde donde se abastece el sistema), puedo monitorear un pozo profundo, y además, los pivots cuentan con sistema de alarma por cualquier tema de robo”, destacó Machmar.
Un único operario, con el conocimiento adecuado para interpretar los datos, puede supervisar simultáneamente hasta 5, 6 o incluso 10 pivots en una jornada. Esto implica que una sola persona puede gestionar el riego de manera eficiente en unas 250 hectáreas. El productor tiene la libertad de gestionar y recibir informes detallados desde su casa o "en cualquier lugar del mundo", accediendo a datos vitales como el historial de riego, el estado de funcionamiento de los equipos y los costos exactos del milímetro de agua aplicado. Tal vez por eso hayan bautizado como “Air Control” el prototipo que ofrecen, del cual ya hay uno operando en la zona del Valle Inferior.
Uno de los escollos tradicionales en las vastas zonas rurales de Río Negro es la irregularidad en la señal de internet y telefonía móvil. Por eso se han diseñado equipos que están enlazados mediante señales de radio y, por lo tanto, ya no dependen directamente de la señal de internet móvil. En su lugar, se instalan antenas en el campo, permitiendo que todos los pivots se comuniquen entre sí mediante radio, hasta alcanzar una torre central. Solo esta central necesita la conexión a internet.
"En esta zona de Río Negro, una zona de mucha complejidad en el tema de señal y conectividad, y los sistemas funcionan bien con sistema de radio," explicó el representante. La conexión final a la red global se facilita hoy por soluciones de internet satelital, como Starlink, que permiten que la oficina central del campo esté siempre en línea, asegurando que el productor reciba la información en su celular sin interrupciones.
Amortización
Si bien la inversión en un proyecto "llave en mano" (que incluye el equipo pivot, cañerías, bombas e instalación) es considerable —pudiendo el equipo solo representar entre el 30% y el 50% del costo total—, los beneficios en productividad y calidad de la cosecha son el principal argumento de venta de estos ejecutivos de ventas.
Para un equipo de 50 a 60 hectáreas, la inversión se estima alrededor de $1.800 a $1.900 dólares por hectárea (solo el pivot). Se calcula que un productor, con buen manejo y rotación de cultivos, puede tener su equipo totalmente amortizado en un promedio de 5 a 6 años, consolidando la inversión como un "seguro" para una producción de calidad en zonas de bajos promedios de precipitaciones.
Falta energía
Uno de los pocos "contras" identificados en la región es la alta demanda hídrica (se aplican entre 14 y 16 milímetros diarios en zonas como Viedma o Choele Choel) combinada con la ausencia de líneas eléctricas en las áreas de expansión.
"Hoy en día, muchos no son alimentados eléctricamente porque están usando gasoil," lo que dispara los costos operativos. "Habiendo energía eléctrica, bajaría el costo (del milímetro de agua aplicado), prácticamente a la mitad," señalaron, indicando que el costo del milímetro de riego podría reducirse de un dólar a 50 centavos con alimentación eléctrica.
La electrificación de las zonas agrícolas o el desarrollo de alternativas como los paneles solares se presentan, por lo tanto, como el próximo desafío para garantizar la eficiencia de estos sistemas de riego.
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