Apicultura trashumante: Ingresan 100.000 colmenas para la polinización del monte frutal
Apicultores de otras provincias llegan al Alto Valle con sus colmenas para polinizar frutales, sumando hasta dos cosechas extra al año.
Con la floración de los montes frutales en el Alto Valle comienza el arribo a la región de los apicultores trashumantes, que del mismo modo que hacen los crianceros en las veranadas que suben a las montañas buscando pastos frescos, acá llegan en procura de alimentos para sus colmenas, con la esperanza de sumar al menos una o dos cosechas más al año.
Las estadísticas oficiales indican que el año pasado ingresaron 103.000 colmenas, atento que las 50.000 existentes en Río Negro no son suficientes para atender la demanda, sobre todo de las empresas frutícolas, que, a través de sus técnicos, diseñan cada año un plan para mejorar la polinización, lo cual se traduce en mejor calidad de fruta y producción acorde a la capacidad de la planta.
Sebastián González Tomás, un empresario de Choele Choel que tiene una planta de extracción de miel, presta servicio a estos productores, que luego de recolectar sus colmenas, pasan por ese establecimiento para extraer la miel de los cajones y seguir viaje.
Llegan desde distintos puntos del sur de la provincia de Buenos Aires, como Necochea, el partido de Adolfo Alsina, Tres Arroyos o Tornquist. Y el SENASA reporta que son unos 170 titulares los que llenan sus papeles para pasar con camiones completos o con alguna camioneta con acoplado.
La supervivencia para estos productores no es sencilla, “porque los precios de la miel están planchados y los costos han ido subiendo”, comentó Guillermo Groswald, integrante de la Cooperativa de Apicultores del Comahue.
El “negocio marcha por dos andariveles. Por un lado, las grandes empresas frutícolas estarían pagando entre 15 y 20.000 pesos por colmena, mientras que los productores independientes y más chicos irían hacia una suerte de “canje”, donde ofrecen el alimento que brindan sus flores, a cambio de colmenas que hagan la tarea de la polinización.
Lo cierto es que “con las colmenas que hay en el valle no alcanza” (a pesar de la existencia de unos 350 apicultores), para garantizar ese proceso indispensable de la fruticultura que se da desde comienzos de septiembre hasta fines de octubre, atento las distintas floraciones, que van desde los almendros, carozo, peras y manzanos.
Hasta dos cosechas más
Los trashumantes llegan “porque tenemos la primavera más temprana”, en relación con los campos de girasol y otros cultivos similares que se dan en provincia de Buenos Aires, explica González Tomás, quien explicó que “esos apicultores llegan con el fin de agrandar sus colmenas, para llevarlas a 80.000 abejas como mínimo cada uno, para que tengan un rendimiento comercial”, luego de pasar el invierno, período en el cual los productores deben “suplementar” con alimento comprado a los núcleos para sostenerlos activos.
Si no salieran de sus localidades “tendrían tres cosechas anuales, pero al traerlas acá, pueden llegar a cuatro o cinco cosechas anuales”, dice este empresario, que a la vez es productor de miel. Sobre la modalidad de contratación, aseguró que “en las empresas grandes trabajan con los ingenieros agrónomos, que les dicen dónde quieren colocar las colmenas, porque de la polinización depende mucho la calidad de la fruta”.
Su establecimiento de Choele Choel le permite al apicultor que viene de otras provincias “descargar el cajón e irse con la plata”, porque ofrece el servicio de extracción de miel, tiene stock de tambores, y les comercializa la miel a través de un exportador de Buenos Aires.
González Tomás compartió su evaluación del mercado con Groswald, y aseguró que “el tema precios está muy complicado y hay que tener muchas colmenas como para hacer un mango”.
El kilo de miel cuesta lo mismo que un litro de gasoil (entre 1,5 y 1,8 dólar el kilo), “y vienen ellos mismos, con todos los gastos de comida y alojamiento por su cuenta”.
Preocupaciones
Groswald puso sus reparos respecto de las cuestiones sanitarias, luego de aclarar que las 103.000 colmenas que llegan “eso es solo en blanco”, lo que da a entender que llegarían algunas sin declarar. Eso genera preocupación “por las pestes que puedan ingresar”, y se lamentó porque a pesar de la existencia de leyes que regulan la actividad “no hay un seguimiento”, y sin bien el gobierno provincial “intenta” hacer observar esas disposiciones “No se pone mucho las pilas”.
“Estamos homogeneizando para mal”, se lamentó en cuanto a determinados parámetros sanitarios”, mientras aquí los apicultores siguen un cronograma de “curas preventivas”.
La densidad apropiada es la de 3 a 4 colmenas por hectárea, un requerimiento alto para la capacidad de respuesta de los apicultores locales, que se han organizado en algunos casos para poder hacer una comercialización directa, mediante el envasado y distribución en supermercados como hacen desde la cooperativa que tiene sede en Cipolletti.
“El costo no es significativo, y puede llegar al 0,5% del costo total de producción”, dice este ex dirigente político e ingeniero agrónomo. “Pero eso te garantiza buena calidad de la fruta”, remató.
Sobre la vieja tradición de los chacareros de tener colmenas en sus chacras, su existencia es difícil de calcular, porque las disposiciones actuales indican que poseer hasta 5 colmenas, no obliga al productor a declararlas, “y quien dice 5, dice 10 o 15”.
700 kilómetros
Desde Coronel Suárez, la empresa Apícola Stanley, ingresó hace más de una semana con un camión con acoplado lleno de colmenas y lo fue documentando en sus redes sociales. Las abejas viajaron 700 kilómetros y fueron instaladas en chacras próximas a General Roca.
“La magia de la polinización en acción”, fue el encabezado de uno los últimos posteos, donde detallaron que se habían instalado “en un lote de ciruela en plena floración, un durazno que empieza a abrir sus flores”, y al costado se encontraba instalado “un apiario de 70 colmenas trabajando sin parar”. Remataron afirmando que “cada abeja que entra con polen trae vida, y gracias a ellas, los frutales se transforman en fruta”.
Capacitación
Y a pesar de que ya comenzó el período de polinización, el INTA anunció que el próximo martes, de 9 a 11hs, realizará en su sede de Villa Regina, ubicada en 20 de junio y Los Arrayanes, una charla técnica sobre polinización de frutales de pepita
“La polinización es clave para lograr mejores rindes y calidad de fruta”, destararon desde el organismo oficial, desde el cual explicaron que a través de la capacitación “vas a conocer estrategias para optimizar este proceso en tu chacra y profundizar en el rol de las abejas en la producción de peras y manzanas”.
Los capacitadores serán Sergio Ziaurriz (INTA Villa Regina), Fabiana Eckers e Ingrid Kaufmann (INTA Alto Valle). Para informes e inscripción: [email protected]
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