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Asia apuesta fuerte por el mercado de las cerezas: proyecciones al alza hasta 2035

La demanda de cerezas continuará aumentando en Asia durante la próxima década, de la mano de China y Uzbekistán.

El mercado asiático de cerezas se encuentra en plena transformación, impulsado por un fuerte crecimiento en la demanda, especialmente en economías emergentes como China y Uzbekistán. Según un reciente informe de IndexBox, se espera que la demanda de cerezas en la región continúe aumentando durante la próxima década, aunque a un ritmo más moderado en términos de volumen. Se proyecta que el mercado alcance los 2,1 millones de toneladas para 2035, con una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) de aproximadamente el 2,3 %. Sin embargo, el valor del mercado se expandirá más rápidamente, a una TCAC del 4,5 %, lo que permitirá que el mercado alcance un valor estimado de 11.600 millones de dólares a precios mayoristas.

En 2024, Asia consumió alrededor de 1,7 millones de toneladas de cerezas, un incremento del 3,7 % en comparación con el año anterior. Este crecimiento forma parte de una tendencia ascendente más amplia: en los últimos once años, el consumo promedio ha aumentado un 3,9 % anual. Desde 2014, el consumo se ha disparado más del 77 %, alcanzando su punto máximo este último año.

En términos de valor, el mercado también ha mostrado un notable dinamismo. En 2024, las cerezas generaron ingresos por aproximadamente 7.100 millones de dólares, un aumento interanual del 15 %. Esta cifra es un reflejo directo de la creciente popularidad de esta fruta en mercados urbanos con poder adquisitivo en alza.

Los mayores consumidores en volumen fueron Turquía (630.000 toneladas), China (487.000 toneladas) y Uzbekistán (186.000 toneladas), que en conjunto representaron el 78 % del consumo total en Asia. Sin embargo, es China quien lidera tanto en crecimiento como en valor de mercado: el país ha experimentado un aumento de consumo cercano al 19,2 % anual desde 2013, alcanzando un valor de mercado estimado en 3.700 millones de dólares en 2024.

El consumo per cápita también refleja esta tendencia: Turquía encabezó la lista con 7,3 kg por persona, seguida por Uzbekistán (5,2 kg) y Líbano (4,7 kg). Aunque el consumo per cápita en China todavía está por debajo de estos niveles, su tasa de crecimiento indica un potencial significativo para el futuro.

Cerezas: un sector en busca de estabilidad

A pesar del auge en el consumo, la producción de cerezas en Asia mostró señales de contracción en 2024, con un total estimado de 1,3 millones de toneladas, lo que representa una caída del 5,4 % respecto al año anterior. Desde 2013, la producción ha crecido a un ritmo promedio de 1,8 % anual, aunque con variaciones marcadas año a año.

En cuanto al valor, la producción alcanzó unos 3.500 millones de dólares en 2024, con fluctuaciones a lo largo del tiempo atribuibles a condiciones climáticas, desafíos logísticos y variaciones en los precios internacionales.

Turquía se mantiene como el líder indiscutible en producción, con 696.000 toneladas —más de la mitad del total regional—, seguido por Uzbekistán (218.000 toneladas) e Irán (125.000 toneladas). Mientras que Turquía ha registrado un crecimiento moderado del 3,2 % anual, Uzbekistán ha mostrado un desarrollo notable, con un incremento promedio del 10,9 % anual. Por el contrario, la producción iraní ha disminuido un 7 % anual.

El rendimiento medio en Asia fue de 7,3 toneladas por hectárea en 2024, una leve disminución respecto al año anterior. No obstante, la tendencia a largo plazo sigue siendo positiva, con un crecimiento promedio del 2 % anual desde 2013. La superficie cultivada también experimentó una ligera contracción, situándose en 174.000 hectáreas tras alcanzar un pico de 182.000 hectáreas en 2023.

Comercio: China marca el ritmo

El comercio internacional de cerezas en Asia ofrece un contraste interesante. Mientras que las importaciones se dispararon, las exportaciones sufrieron una fuerte caída en 2024. Las importaciones alcanzaron aproximadamente 537.000 toneladas, un aumento del 23 % respecto a 2023, con un valor total estimado de 4.100 millones de dólares.

China fue responsable del 84 % de estas importaciones, adquiriendo alrededor de 451.000 toneladas, lo que confirma su posición como el principal motor del mercado regional. Otros importadores relevantes fueron Corea del Sur, Taiwán e Irak. En cuanto a precios, el costo promedio de importación fue de 7.576 dólares por tonelada, con Corea del Sur pagando los precios más altos, cercanos a los 9.097 dólares por tonelada.

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China seguirá siendo uno de los motores de la demanda de este producto.

China seguirá siendo uno de los motores de la demanda de este producto.

En contrapartida, las exportaciones cayeron un 19,1 % en comparación con 2023, totalizando apenas 143.000 toneladas. A pesar de esta baja, el valor total de las exportaciones se mantuvo relativamente estable en 330 millones de dólares, gracias a un aumento del 20 % en los precios promedio de exportación, que se ubicaron en 2.311 dólares por tonelada.

Turquía, una vez más, se consolidó como el principal exportador, con unas 67.000 toneladas (47 % del total exportado), seguido de Uzbekistán y Azerbaiyán. Aunque las exportaciones han sido volátiles, a largo plazo muestran una tendencia ascendente desde 2013, con un máximo histórico alcanzado en 2020 (183.000 toneladas).

Perspectivas para el futuro

A pesar de los desafíos estructurales en producción y comercio, las proyecciones a futuro son optimistas. La creciente clase media asiática, sumada al interés por productos frescos y saludables, impulsa la demanda de frutas como las cerezas, que comienzan a verse no solo como un lujo estacional, sino como parte de una dieta moderna y equilibrada.

No obstante, para capitalizar este crecimiento, los países productores deberán mejorar su eficiencia agrícola, invertir en tecnologías de almacenamiento y distribución, y diversificar sus mercados de exportación. En particular, naciones como Uzbekistán y Turquía tienen una oportunidad única de consolidarse como líderes globales si logran adaptarse rápidamente a las exigencias del mercado internacional.

La cereza asiática tiene aún mucho por madurar, pero el terreno está abonado para una década fructífera.

Fuente: IndexBox.

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