La cereza argentina pudo diferenciarse de la crisis chilena, y logró buenos precios
Los precios logrados por la cereza argentina en los mercados externos crecieron en la presente temporada.
Si bien la tendencia de precios para la cereza en los mercados internacionales, definida en gran parte por la oferta de Chile -que maneja más del 90% del total de las exportaciones del hemisferio sur- mostraron en esta temporada bajas importantes en relación a la campaña 2023/24, las colocaciones argentinas de este producto reflejaron un perfil distinto.
En la primera parte de la temporada, con la fruta primicia, Chile logró un mejor posicionamiento de precios en varios de los mercados en los que compite con la oferta argentina. En la segunda parte, a partir de la primera semana de enero, la situación se volvió muy complicada para las cerezas chilenas, en especial en el mercado chino, y eso terminó por hundir los valores promedios de las exportaciones trasandinas.
Las exportaciones de cerezas argentinas pudieron 'despegarse' de la crisis de precios de Chile y logró en esta etapa valores por encima de los promedios consolidados por la oferta del vecino país.
Las estadísticas oficiales así lo señalan. Mientras que los valores promedio FOB (declarados por las empresas en puerto de origen) de las cerezas chilenas muestran en la presente temporada una caía promedio del 57%, las cotizaciones argentinas reflejan un crecimiento del orden del 18% en términos interanuales.
Hay que dejar en claro que los valores FOB tienen importantes distorsiones que no muestran fehacientemente la realidad del mercado, producto de las fallas en las declaraciones juradas tomadas por los organismos oficiales y los desvíos existentes con los precios reales de venta. Pero en definitiva, es la única estadística existente y marca una tendencia.
Las cerezas argentinas, se consolidan en el mercado
La temporada 2024/25 de exportación de cerezas ha llegado a su fin, y Argentina ha logrado consolidarse como un jugador clave en el mercado internacional. En una entrevista exclusiva con Aníbal Caminiti, gerente de la Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados (CAPCI), analizamos los factores que favorecieron al país y los desafíos que se avecinan.
Uno de los temas más debatidos ha sido la comparación entre los precios obtenidos por Argentina y Chile. En este punto Caminiti explica que, aunque en promedio Argentina obtuvo mejores precios, la realidad es más compleja. En los envíos aéreos realizados en noviembre y diciembre, los valores fueron similares a los de Chile. Sin embargo, en los envíos marítimos de enero y febrero, la calidad de la fruta argentina permitió alcanzar precios similares a los de la fruta chilena de mejor categoría. Las cotizaciones de las cerezas chilenas que no presentaron la calidad esperada por la demanda, fueron por otro carril.
"Argentina se destacó por la calidad de su fruta y fue bien reconocida, particularmente en China, tanto en los envíos tempranos por vía aérea como en los marítimos de enero y febrero", señala Caminiti. Además, esta tendencia se replicó en otros mercados, donde la fruta argentina se mantuvo dentro de los rangos más altos de precios.
La Incertidumbre de las próximas temporadas
De cara a futuras temporadas, Caminiti advierte que es poco probable que se repitan las condiciones favorables de la reciente campaña. "Hay que esperar un ajuste en la industria chilena. La afluencia de fruta chilena, sobre todo al mercado chino, tendrá que mejorar en calidad y calibre", indica. En la última temporada, Chile envió grandes volúmenes de fruta de menor calibre y calidad, lo que afectó sus precios.
Si Chile no logra mejorar estas características, se espera que los precios en los mercados bajen aún más. "En enero y febrero, la presencia de la fruta chilena llevó a la baja los precios en Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y el sudeste asiático. Esto dificultará la defensa de los precios de nuestra fruta en las próximas temporadas", advierte.
Caminiti define la temporada 2024/25 como una "temporada bisagra" para la industria de la cereza, lo que obligará a trabajar con nuevas condiciones de mercado y a adaptarse a otros niveles de precios.
Estrategias de Argentina
Ante la creciente competencia de Chile, el sector argentino ha desarrollado estrategias específicas para diferenciarse. "Esto era algo que sabíamos que iba a ocurrir y nos veníamos preparando desde 2021, cuando definimos un protocolo de calidad para poner un piso mínimo a nuestra fruta", comenta el ejecutivo de CAPCI. Cada empresa ha trabajado según sus posibilidades, pero la calidad ha sido un factor clave para mantener la competitividad. "Vamos a tener que acentuar y trabajar mucho más en la calidad para diferenciarnos de la sobreoferta chilena", enfatiza.
Otro aspecto fundamental de la estrategia argentina ha sido la diversificación de mercados. A diferencia de Chile, que concentra sus exportaciones en contenedores marítimos hacia grandes mercados, Argentina apostó por envíos aéreos. "El 84% de nuestras exportaciones fueron por avión, lo que garantiza mejores precios y permite llegar con la fruta en excelente calidad", explica. Además, las empresas argentinas, de menor escala, pueden operar con negocios de pallets aéreos, lo que facilita la penetración en mercados más pequeños y con menor presencia chilena.
Una temporada, dos realidades
Caminiti destaca que la temporada 2024/25 tuvo dos realidades distintas. "En octubre, noviembre y diciembre, el mercado externo respondió muy bien a la fruta argentina, con resultados muy positivos. Pero en enero, febrero y marzo, los precios, especialmente en China, no se levantaron". Esta situación afectó los números generales del sector. "Si revisamos las estadísticas, Argentina envió muy poca fruta a China durante estos meses", concluye.
En este complejo contexto, la industria argentina de la cereza enfrenta un desafío importante en los próximos años. Mantener la calidad, diversificar mercados y adaptarse a las nuevas condiciones serán claves para seguir compitiendo en un contexto de mayor oferta y precios en baja. Pero para ello también la industria debe contar con una economía que de un marco adecuado para poder desarrollar las exportaciones. El atraso cambiario existente, sumado a una alta presión impositiva, imposibilidad de acceso al crédito y un sistema laboral vetusto, torna muy difícil ser competitivas a las empresas frutícolas argentinas en los mercado externos.
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